Bueno, voy a contar una breve historia para que aprecien el avance de la tecnología relacionada con una, cualquiera o varias de las profesiones que existen, además del uso de ciertos materiales en cada uno de sus respectivos momentos, las herramientas y los elementos preparados especialistas en su ejecución.
Sabemos pues que de hecho todo varía con el tiempo y cada periodo usa una nueva técnica que supera a la de uso vigente, que también superó a la anterior y como siempre hay que ubicarse dentro de lo acontecido desde los inicios de una existencia y de los sitios en que nos toca vivir y compartir, vemos que cada espacio es una expresión arquitectónica acorde con la realidad urbanística, que como saben mucho tiene que ver en este aspecto la parte económica, que es la que define la realidad de su ambientación, lógicamente es así como notamos las diferencias entre las calles, los barrios, las ciudades y los paisajes que observamos a sus entornos que los embellecen o que también pueda suceder todo lo contrario.
Se da el caso de que a un vecino se le cayó una parte lateral del techo, que de acuerdo con la época en que se hizo era de barro, vigas de madera, cañas y esteras, coincidió que todo lo caído era debido al paso del tiempo, materiales resecados, el barro fácilmente se hacía polvo, las cañas también, de tal manera que el propio peso de la torta hizo que se viniera abajo, no se sabe si solo bastó que por allí pasase un gato, para que llegara la gota que le faltaba al vaso para derramarse o dos gatos peleando por una gata sensual que le hacía guiños a ambos o una pareja de gatos en faena de vital importancia para conservar la especie, en fin cada uno puede suponer o proponer lo que su imaginación le sugiera; como cuestión de barrio y colaboración solidaria con la familia del afectado, pues los genios de la juventud inspeccionan, se organizan, planifican, proyectan y ejecutan la obra de reparación, era un tramo pegado a la pared, como el techo de por si estaba débil, solo subiría uno, primero el que menos peso tenía, colocaría las nuevas cañas y los refuerzos necesarios, el joven dueño de casa desde el interior lo dirigía habiendo recibido instrucciones precisas del proyecto de maestro de obra, que se suponía dentro del grupo que era quien más conocía del tema, los de afuera alcanzaban materiales y preparaban el barro, sobre el techo había un colega parado en el muro de adobes que hacia de pared, su misión, alcanzar lo que necesitaba al peso pluma que estaba cambiando lo desgastado, apolillado, quebradizo, etc.
Era el periodo de las vacaciones estudiantiles de verano y la novedad se supo al toque en el vecindario, sucedió en la mañana, toda la polvareda y escombros fue a dar, sobre una cama, dado que esa habitación era usada como dormitorio, la dueña de casa y sus hijos iniciaron la limpieza, el padre se había ido al trabajo, así es como luego surge el cuerpo de voluntarios y espontáneos al servicio de la sociedad civil como era muy habitual entre la muchachada de la vecindad cuando una situación inusual o de emergencia así lo requería, cada uno respetando las indicaciones que impartía el más experto del grupo, que sería el último que subiera para nivelar el barro, dar la conformidad y poner punto final a la obra.
Los chicos de arriba habían cumplido paso a paso lo indicado por el comité de sabios, en coordinación con el gran maestro al frente del mismo; bajaron, el experto dijo mientras se asienta el barro y tiempla un poco la masa, me voy a fumar un cigarrito, se esperó con tranquilidad, subió solo, observó y determinó que bastaba su presencia para el acabado, señalando que no se requería nada más, suficiente la herramienta que llevaba para cumplir con el objetivo de nivelar la pasta compuesta de agua, tierra, más algo de paja para su mejor amalgamiento, todos abajo estaban a la expectativa comentando y esperando culminar con éxito la sensacional y espectacular faena, cuando de repente se escucha un estruendo y como medio techo se viene abajo, dos amigos subieron de inmediato y el maestro de la obra no estaba, al toque a remover escombros para encontrarlo, cuando lo ubicaron estaba debajo de la cama, riéndose de lo que había sucedido.
Pasado el susto, tenía que venir el análisis de la investigación del accidente...¿Qué fue lo que había ocurrido?... que el resto del techo había absorbido humedad y esta se había expandido hacia las zonas secas, el agua lógicamente aumentó el peso de la torta, el jefe de obra pesaba más que el chico liviano que estaba al inicio, al tratar de alcanzar a la parte semiseca resbaló, el impacto removió todo, quebró una viga, por su peso él cayo primero, al ver que el material se deslizaba en pendiente esto le permitió tener tiempo necesario para refugiarse bajo la cama, salió con la ropa embarrada y con el pelo blanco por la nube de polvo que se levantó, desde luego todos nos reímos al verlo salir por el aspecto que presentaba y de saber que no le había sucedo nada en este benévolo acto heroico de apoyo puesto al servicio de la comunidad internacional.
Finalmente el techo se tenía que cambiar por completo, ya había cumplido su ciclo de vida y era necesaria su renovación, se hizo la limpieza respectiva y se dejó solo cubierto con cañas, esteras y refuerzos provisionales para que no quede la habitación expuesta a la intemperie, así quedaría hasta que la familia determine cuando y como contratar un experto en la materia, que lo hiciera aplicando los materiales adecuados y sus bastos conocimientos basados en una experiencia más larga en este tipo de trabajos.
Sin duda una lección más de vida en la que cada uno absorbió algo y sumó otra experiencia más en el camino de sus vidas, voluntad hubo de sobra, confianza ni que decir, pero los conocimientos son los conocimientos, hay que tener atrevimiento, pero también hay que saber que es lo que se propone y cuales sson sus límites, esto terminó enuna anécdota para bien de todos, pero pudo ser peor debido al exceso de optimismo, a pesar que se determinó que los riesgos no eran tan peligrosos como para que se presentaran complicaciones extremas.
Bien, desde esa fecha era común entre todos decirse ingeniero, master, doctor y hasta de decano de la facultad de ingeniería civil, demás está referir que el rector era pues el flamante director de la obra, que con su actitud demostró tener todos los méritos suficientes para hacerse merecedor de esta honorable designación...desde esa fecha el saludo al encontrarse entre amigos era..Buenos días ingeniero. hable ingeniero o que se cuenta ingeniero, como le va ingeniero, cual es la última ingeniero, se preguntaba, ingeniero usted que es experto en chismología que opina de tal tema periodístico, ingeniero usted que es experto en vagología que opina de tal personaje público, ingeniero usted que es experto en ciencias ocultas que opina de las estrellas que no se ven y así tantas más cosas de aquellos inolvidables tiempos de bondadosa, positiva y fructífera adolescencia.
