Decía a los presentes, esta es la última copa que bebo, se reía y agregaba, porque estoy seguro que mañana me lleva el diablo y que mejor que me encuentre sazonado, alegre y feliz, luego de haber disfrutado de lo que más me gusta, beber, beber y beber, ja ja ja, hasta mañana queridos bebedores.
Cierto día se le apareció el diablo y le dijo, no me llevo a los seres terrenales cuando están bebidos, espero el tiempo necesario para que su organismo elimine todos los residuos de alcohol, le dio la mano y educadamente don sata se despidió.
Una mañana no se levantó, sus familiares lo llevaron urgente al hospital, después de unos días inconsciente, vino el diablo y tomándolo delicadamente de la mano...se lo llevó.
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