Cierto día sintió un espasmo en el abdomen, los órganos de la zona le gritaban en coro, hermano no bebas más nos estás matando.
El beodo dijo a sus colegas, el trago está buenísimo me acaba de patear el hígado, hip!, esto pasa cuando se toma de golpe, toscamente, bruscamente y cuando el licor además está en su exacto punto de fortaleza, hip!, hay que tomarlo con delicadeza, hip!, en pocas palabras hay que saberlo tratar como se merece.
Por esto y muchas cosas más, hip!, el siguiente trago lo beberé a pequeños sorbos, hip!, así, uno por uno, a ritmo lento, muy lento, hip!, lo saborearé dulcemente, para que llegue a su destino poquito a poquito, hip!, suave suavecito, hip!, pasito a pasito, hip!, despacitoooo...azucaaaa.
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