miércoles, 28 de enero de 2015

Enero Domingo 25 de Correndas..E

Es tradicional una media Maratón que se realiza por estas fechas en Getafe y donde participan todos los que deseen hacerlo sin tener en cuenta la edad, el sexo, etc. etc., la verdad que la he visto varias veces pero no guardo la referencia de su fecha de realización por tanto, son varias veces que me sorprende cuando sin querer me encuentro con ella, me dirigía a hacer unas compras y cerca a la estación del metro, las calles estaban cerradas para el tráfico vehicular, como me encanta el deporte me quedé a observar como pasaban los corredores, pero luego me llamó la atención, que había una niña de unos seis años, gordita ella, por la forma como animaba  a todos los participantes y muy entusiasta repetía vamos, vamos, vamos...vamos que ya llegamos...vamos que somos campeones...bravo, bravo, bravo...vamos chavales, vamos chavales, que falta poco...y si eran mujeres, vamos chavalas que somos mejores que los hombres, además que aplaudía muy entusiasmada, es decir sus arengas con voz potente sonaban al unísono con sus palmas, conocedores que por tradición acá todos dominan los palmeos y les dan los ritmos y fuertes tonos que les quieran imponer...por ratos la acompañaba su hermana un poco mayor que ella, y si no sola, presente con ella además un hermano y la madre, luego se les unió otra persona con otra niña y ya eran varios, después se animó otra niña que estaba en la acera del frente y el coro graciosamente al paso de los deportistas desplegaban sus fuertes voces, pero el entusiasmo de la pequeñita y rolliza niña no lo superaba nadie, pues ademas tenía unos decibelios más de potencia en su voz y en los aplausos, los demás observadores también se acoplaban con sus claps, claps, claps ..personalmente sonreía cada vez que el coro soltaba su fluido trinar de ánimos, los espectadores también se alegraban y los atletas les alzaban la mano en señal de saludo y agradecimiento, además con una brillante manifiesta y elocuente sonrisa...es decir un espectáculo humano, infantil, alegre y quien no se quedaba a contagiarse de esta especial y peculiar barra de alegría ...a lo lejos se divisaba una señora con más de sesenta años de edad aproximadamente, pero bien llevados y adornados, que a su pausado trote cumplía con la ruta señalada por competencia y la madre le dice dale aliento a esa señora mayor que mira como se esfuerza y ella: vamos guapa, que tu si puedes, eres una campeona, que ya llegamos y se le iluminó el rostro a esta persona que desplegaba su frondosa cabellera blanca, que con una sonrisa le dio las gracias, levantó su brazo y flameó su mano, estos gestos desde luego para mi y otros  muchos más de los presentes cunden hacia  lo maravilloso...le pregunta a la madre...que tal lo hice?...bien, muy bien, sigue, sigue, curiosamente la madre e hija que llegaron como hice referencia lineas arriba, se unieron al trote de quien parecía era el esposo y padre...porque?...se trata de participar, amen de los que se inscriben y corren con su respectivo número se puede integrar cualquier entusiasta deportista, por eso que se ve gente que corre con numeración y otros sin ella, pero igual se integran con las mismas ganas, o los acompañan un tramo...bueno siguiendo ver pasar a los atletas, pasó una pareja, ella le decía no puedo más creo que me he pinchado, me he roto y se tocaba la parte posterior del muslo, él iba a su paso y le respondía trataremos de llegar a la meta caminando o hasta donde podamos, se apreciaba el amor de pareja, gran deseo por participación y desde luego e indudablemente un grandísimo amor por el deporte...otro magnífico ejemplo fue ver pasar  al trote a personas mayores de 70 años, muy lúcidos, a su aire y cadencia, desde luego invita a reflexionar por que nada les impide realizar la práctica de su deporte favorito y uno simple y llanamente y vagamente de espectador...emocionarse al paso de un atleta sentado en su silla de ruedas y pensar que los impedimentos y muchas de nuestras limitaciones solo son inventos que nos hacemos tanto físicos como mentales...me llamó la atención ver a una persona a quien por mi hermoso trabajo de hermosear las calles, aceras, medianas, parques, etc. para darle más vida, candor, aroma, calor color y pureza al paisaje urbano, es así que todos los días la veía entrenar a esta persona, esta atleta tenía una peculiar forma de correr, que para algunos a veces suscitaba sonrisas, se notaba el sobre esfuerzo ante un impedimento físico que nada le impedía querer superarlo, la vi luego de unos dos o tres años, al observarla en esta competición y vi que su trote peculiar se había exagerado y me di cuenta que quería ganarle probablemente a un progresivo deterioro físico y me dije que en realidad era una campeona de la vida y por la vida, esfozandose al máximo para sacarle tal vez algunos kilómetros de ventaja a su condición y superar este y todos los obstáculos que encuentre  o se crucen  en su camino día tras día... en ese momento baje la mirada, medité un instante...pero es que el entusiasmo de la niña me despertó y los atletas continuaban, así transcurrió hasta que ya llegaban los últimos, los más alejados del pelotón y cabeza de competencia...esta familia hacía intentos de retirarse, cuando de repente a lo lejos aparecían dos a tres dando lo máximo por cumplir y la niña, espera madre que vienen más...animo y más animo, aplausos y aplausos y vamos, más vamos, que os queda poco...ya no se visualizaban atletas, por tanto los miembros de la policía, ambulancia, protección civil estaban disponiéndose y dejar todo listo para retirarse de la zona de estratégica de protección...cuando a lo lejos se ve una chica con hondo suspiro, luchando, dando lo máximo, sudando, haciendo gestos de esfuerzo por superarse a si misma y la niña...mama, espera que ya viene la última y le dice, chavala mejor retírate, tu ya no llegas a la meta, estás hecha polvo, ya no puedes más, vete ya a casa por favor...Me sonreí por la forma de aplicar su concepto y entusiasmo, pero es que los niños son así hasta cuando te desaniman son naturales, positivos y alegres...la chica igual se sonrío y continuó al ritmo que le permitía su alta figura en movimiento, es decir no solo el paso lento y sino que además forzado y para más aun sufrido...Lo destacado, todo, lo gracioso y para que se den cuenta lo que es el entusiasmo de la infancia, la policía, los para médicos, los bomberos la rodeaban...estaban haciendo su trabajo pero gozando con la activa e insuperable participación de esta niña genial y especial animadora. Es que como los niños no hay quien despliegue el mejor concepto de Alegría y nosotros para Disfrutar tal vez añorando los Recuerdos de que en algún instante también lo hicimos o participamos de eso tantos risueños momentos en que nos agrupamos en  mutuo y natural avivamiento de los acontecimientos que se sucedían a nuestro entorno familiar, del barrio o algún lugar de nuestra ciudad.        

domingo, 11 de enero de 2015

Observatore Liturgicore..E

- "Dejad que los niños vengan a Mi"
Estaba en un Templo de Oración donde se celebraba el Acto Litúrgico correspondiente y había una pareja de esposos con dos niños que entre edades medias tendrían entre uno y tres años, llegaron con un coche de bebé acondicionado para los dos, al mayor lo toma el padre y se sienta con él, con el menor hace lo mismo la madre y lo tiene en brazos, pasados unos minutos el mayorcito quiere que lo tenga en sus piernas la madre, entonces le cede el otro para que lo cargue el padre, el pequeño inquieto miraba para todo lado, se movía, alzaba los brazos, agitaba las piernas, quería regresar con la madre a reclamar su sitio y el tipo batallando con el para que se tranquilice, como todo niño muy activo, señal que estaba bien, le pregunta a la madre: ¿Qué hago, lo llevo afuera?...No, le dice entretenlo pero que no haga bulla, esfuerzos para controlar sus movimientos y al padre se le ocurre una genial idea, del bolso sacar un carro o coche de juguete, se lo da, el niño quiere bajar al piso para jugar, lo hace, empieza a hacer bulla, haciendo rodar el coche...A los pocos minutos el otro se da cuenta que era su coche y pide a su madre que lo suelte, va directo a quitarle el coche al más pequeño, más ruido, surge de nuevo la brillante inteligencia del padre y recurre de nuevo al bolso y saca otro coche más pequeño, pero la solución le salió al revés, doble bulla en medio del silencio y respeto que inspira la ceremonia...nuevamente la pregunta...¿Qué hago?..la madre toma en brazos al pequeño y este se tranquiliza...el papá trata de controlar al más grande para que deje de hacer ruido con los dos coches, el niño es niño y en voz baja papá repetía silencio, quieto, tranquilo que te están mirando, mira que las personas se van a molestar, mira que Diosito...Mira a la madre... ¿Qué hacemos?...la madre coge el coche, acomoda al bebé en cámara lenta, muy despacio sienta al menor de los dos, el otro intuye y pregunta ¿Ya nos vamos?, le responde como para que nadie oiga, si...hace lo mismo con el que queda, lo acomoda en el cochecito; estábamos en la parte de atrás...los lleva hasta adelante muy lentamente, muy despacio, prestando atención a la ceremonia, luego los vuelve a traer,...el niño mayor pregunta...¿Porqué volvemos?...Es que nos olvidamos de papito...luego en silencio y ya los padres con éllos muy despacio los llevan hasta el final y manteniendo la serenidad, la calma y el silencio, se dan la vuelta para con paso lento y de procesión llevarlos otra vez hacia adelante...otra pregunta...¿A donde regresamos?...Es que tu papito quiere ver un cuadro muy bonito, muy hermoso que está adelante...Así, llego la hora de Compartir el Pan Bendito...Retornaron al final, ingresaron por el centro, los padres serenos, los niños en el coche tranquilos en silencio observando a todo y observándonos a  todos, tenían el tiempo suficiente por la lentitud en que se avanza por lo ceremonioso del acto, amén del rostro de pasividad y estructura de santidad que asume el cuerpo y el paso que se marca para que no se escuchen los tacos...Volvieron al sitio...como la temporada de invierno lo recomienda, la madre les acomoda las chaquetas, les sube la cremallera, les pone las capuchas y el niño más grande confirma...¡Ahora si que nos vamos!...Y se terminó la Ceremonia, Tranquilamente, Serenamente, Silenciosamente todos salimos del templo Pasiva y Pacificamente.
Esto me hace recordar otro caso, en otro lugar similar, ante la inquietud del niño el padre decide llevárselo fuera, el sacerdote celebrante, se da cuenta y le dice..eh!...¿Donde vas?...No puedes cumplir con tu función de padre, a mi no me molesta...has lo posible por controlarlo...además no te das cuenta que me puedes estar quitando un buen feligrés para el futuro,...risas de los asistentes...Para que te des cuenta les preguntaré a todos..¿A ustedes les molesta?...Todos no...La ceremonia llegó al final con normalidad...vamos con poco de ruido...pero con un padre tratando de demostrar que verdaderamente era un buen padre, con gran capacidad para asumir el control de una pequeña, activa y complicada situación familiar.