miércoles, 24 de mayo de 2017

Pastor..E

Transitaba tranquilamente por una calle céntrica y como paro atento a todo lo que pienso me pueda interesar, observo todo lo que acontece a mi alrededor y no muy lejos escuché a  una voz que venía detrás mío, a cierta distancia, una persona hablaba con su teléfono móvil(celular) con mucho énfasis a un interlocutor, me llamó a detectar el porque de su actitud, luego se entenderá quienes, porque y para que se comunicaban.
Escúcheme bien claro, decía el tipo ...Usted lo que tiene que hacer es que le crea, pero tiene que hacer ver que lleva la fuerza, que posee un poder, que está inspirado en algo Superior, tiene que penetrar en su ser, tiene que poseer su sangre y a través de élla llegar a su corazón, decir que le ha llegado un mensaje del Cielo, que le dice que el Espíritu Santo ha ingresado en su cuerpo, que lo ha poseído, luego que lo tiene dominado hará lo que usted le diga, pero al inicio ya sabe, tiene que entender y ver que usted es una persona sencilla, humilde, normal, llena de nobleza, muy sincera, poseedora de una gran fe, que la verdad que sale de sus labios tiene como inspiración lo Sagrado y lo Divino.
Algo le dirían al otro lado del éter que agregaba...Tiene que ser muy inteligente, recuerde esto es como la guerra y la primera norma para vencer es destruir el poder del enemigo, destruir sus argumentos, como ya sabe hay que hacerle entender que se va a salvar, para lograrlo tiene que quitarle sus armas, usted sabe tiene el arma más poderosa, que es la palabra, con élla tiene que deshacer todos sus fundamentos, no hay enemigo, ni demonio, ni otro poder terrenal que tenga más fuerza que élla, tiene que demostrar que su superioridad viene inspirada desde el Santo Espíritu y que todo lo malo, lo material sucumbe ante la fuerza Divina, sin poder, sin armas el enemigo se sabe derrotado y acepta lo que usted lo plantea, exactamente como en una guerra real, el enemigo se somete, digamos como sucede en lo que vemos, firma la derrota, acepta las condiciones o planteamientos del que sabe es su vencedor, pero que quede bien claro, demostrar que usted no es el que ha triunfado, que Él es el ganador, porque ahora es un ser nuevo, una persona sometida y guiada por el Espíritu Santo que ya habita en él, luego verá como hará lo que usted le diga porque está seguro que usted ha sido el mediador de su salvación, será su pastor y Él la oveja descarriada que se ha recuperado, se dejará conducir, se dejará guiar, tenga siempre bien presente que está comprobado no hay ser humano que se resista.
Que le preguntaría...y dijo con más insistencia...Usted es David, recuerde es David, tiene la voluntad, fe y fuerza para vencer a cualquier gigante por más poderoso que sea, tiene que apuntar directo al centro de su cabeza y lanzar la honda con exacta precisión para que ruede a sus pies, tiene que penetrar en su cerebro, en su mente, en ningún momento tiene que temblarle el pulso, no debe tener ninguna duda de que saldrá triunfador, primero trate de llevarlo serenamente al terreno que más le convenga, a la zona donde sabe que más conoce y con comodidad le favorezca, al campo que domina y aquí es donde demuestra la superioridad de la que se sabe poseedor, recuerde, tenga muy presente en ningún momento debe dudar y menos sentir miedo o demasiado temor, pues esto lo hará verse débil y puede quebrarse o querer huir del campo de batalla...escuche, escuche, cuidadosamente, por lógica el enemigo querrá demostrar que tiene razón, que es justo, que sabe como y porque lo hace, es en este momento que va demostrando también sus defectos y partes frágiles, aquí con sus propios argumentos lo hará sucumbir, porque usted entiende que la seguridad que exhibe proviene de la Fé inspirada en un Ser Superior...Convenzase y convenzalo que está ingresando al mundo del bien, de la paz, del amor, de la verdadera religión...a un Mundo Nuevo y Mejor que lo llevará a ser un Ser Perfecto y en Camino a la Eterna Salvación.
Esto me llevó al recuerdo que una vez fui invitado a ver como preparaban a quienes van tocando las puertas con los libritos que llevan el mensaje de la palabra y nunca desmayar en insistir, porque siempre alguna se abrirá, ya que el mundo está confundido y ha perdido el rumbo de la verdad ante tanta falsa iglesia, recalcando que éllos si eran los verdaderos testigos del Mensaje del Divino Salvador...en fin cosas de la Fe.















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