lunes, 26 de junio de 2017

Volare oh oh...

Cuántas veces asistes a una reunión o asamblea donde hay uno o más exponentes...donde todos están atentos, mirando hacia quien explica, clama, habla y reclama de tu atención...es Verano, hay demasiados asistentes y no alcanzaste asiento...Y cuando más interesante te parece la charla, escuchas un zumbido, algo como que sube, baja o da vueltas a tu alrededor y hace que gires los ojos en todos los sentidos, de repente se para en tu cabeza y con una de las manos la pretendes espantar, luego se te para en una oreja y quieres moverla para que el invasor se marche, haces el intento de que la oreja sola lo espante, luego mueves la mejilla, después el cuello, sacudes la cabeza y sigue por ese lado, disimuladamente das un golpe al vacío para que se vaya, cuando dices por fin, ves que se ha posado en el hombro de quien está a tu lado, analizas y dices la culpa la tiene este sucio, el bicho te lee el pensamiento y empieza a revolotear por tu otra oreja y repites todo el ritual anterior, pero esta vez agregas otro gesto, volteas la boca y soplas de costado disimuladamente con golpe seco, el alado hace medio vuelo y se vuelve a posar, soplas otra vez de refilón, se vuelve a parar en tu hombro, miras a todos lados y zas lanzas la manopla, como queriendo que nadie se de cuenta, te cruzas de brazos para tranquilizarte, el bicho se para en tu bíceps, otro soplido, regresa a la altura de tu axila, lo expulsas, regresa, el insecto da dos vueltas circulares, en ese entretiempo, como que con la fosa que corresponde quieres sentir el olor, aspiras y piensas, me eche o no desodorante, perfume o colonia, vuelves a aspirar con más intensidad y nuevamente la mosca está allí y te dices en vez de desodorante 24 horas me debí echar insecticida, a que horas o cuando me bañé, me abre jabonado bien, luego el invertebrado como que descansa en tu rodilla, giras para todo lado para ver si alguien se ha dado cuenta que te está revoloteando, quieres darle un manotazo, estás con los brazos cruzados, hace un salto mortal y va hacia tu otra rodilla, la mueves para un lado, para atrás, para adelante, te mira esperando tu reacción y se va hacia tus pies, se posa en un zapato, luego en el otro, si vas con sandalias en tus dedos, piensas me cambié de medias o no, me eche talco perfumado o no, me lavé bien los pies o no, observas a los demás y te dices como es posible que habiendo tanta gente me elija a mi, se asienta en tu hombro, aplicas el ritual, luego en tu otro hombro, estás de pie y desciende a  una cuarta más abajo que tu ombligo, y tu desde arriba potencias más el olfato, apuntas y absorves con más fuerza, piensas y te abruman las dudas, será que no sé bañarme, no me he lavado bien la herramienta o necesito hacerlo más seguido, terminada la inspección va por la retaguardia a una cuarta de los riñones apuntando al centro, ya te escasean las ideas y girando el cuello con la fosa que corresponda quieres llegar al que se supone el centro del mal olor, giras la cabeza para el otro lado, con esa misma fosa nasal aspiras calculando la distancia precisa y caes en un circulo vicioso de preguntas, me limpié bien o no, me lavé bien o no, me bañé bien o no, por las prisas seguro no me cambié la ropa interior, será el vapor de los gases, que al hacer un movimiento de ajuste para que salga silencioso se impregna más el vapor en la salida, te alivias cuando ves que la mosca se va al agujero de al lado y repites mentalmente, cochinazo por tu culpa molestan a los demás, como las moscas saben telepatía, para eso han estudiado, te lee el pensamiento y regresa a auscultar tu tubo de escape, te dices...tan fuerte será el olor?...empiezas a observar a los asistentes y tratas de apreciar cuantos se han dado cuenta, no sabes que hacer, te incomodas, no quieres hablar con nadie, solo quieres matar a la mosca maldita y mentalmente insultas a su progenitora, tenías varias preguntas que hacer y no las haces por que estás concentrado en que se vaya o destruír al bicho...no puedes decir nada, no vaya a ser que de venganza se te meta por la boca en pleno cuestionamiento...te callas, piensas, analisas, deduces...debo cambiar la marca del jabón, del champu, del desodorante, del perfume, colonia o que se yo, tengo que bañarme más seguido y apuntar la fecha, igual cambiarme de marca de ropa interior o de medias todos los días, cada media hora, debo llevar una muda, para emergencias, en fin ya no eres tu, eres la realidad y tus circunstancias...y el bicho jodido sigue sin irse...sospechas que el de al lado te mira de reojo y que por educación no te dice nada, miras al de atrás por si las moscas, si el de adelante voltea y te observa, es decir el insecto volador te trauma, te bloquea, mentalmente le dices de todo y él telepaticamente capta el mensaje, responde la tuya y te sigue jodiendo...por si acaso esto le pasó a un amigo y me dijo que no lo contara...por eso estoy callado...cuando terminó la reunión, lo atacó el que dirán...pensarán que me he estado burlando del orador, que estaba haciendo pasos de flamenco, que estaba bailando salsa, que bailaba reggeton, danza hindú o arabe...con más prisa que nunca abandonó el recinto, no saludó, ni se despidió de nadie, huyó, corrió, no veía nada pero escuchaba zumbidos por todo lado, apenas transpuso el umbral de  la puerta de su casa, se dijo...este mal no se lo deseo a nadie, ni a mi peor enemigo y remató, de este vergonzoso incidente, nadie, pero nadie, nunca nadie, jamás se enterará...Y se cumplen sus palabras...hasta ahora nadie nunca le ha tocado el tema...total nadie se ha enterado, ni se lo han comentado...de vez en cuando alguien le pregunta...no sientes un raro olor, algo así como a insecticida? y se despide medio nervioso y  nada más, como ven el tema está totalmente superado, ha sido completamente olvidado.      

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