lunes, 17 de septiembre de 2018

La Matriz y su Señorío..

Recordando a la antigua Parroquia de Chorrillos, la famosa Iglesia Matriz, la de San Pedro...Se me vino a la memoria el templo añejo en forma de cruz, con anchos paredones de adobe que fueron fuertemente maltratados  por uno de los tantos e inevitables terremotos que remecen continuamente a la señorial Lima, ese, el de aquéllos tiempos, no tiene nada que ver con el de actual construcción, completamente diferente en todos sus aspectos y en su arquitectura, desapareció su elevado campanario, la puerta inmensa que se abría como dos brazos gigantes para recibir, abrazar y dar la bienvenida a sus fieles...Bien al Tema..Este era un señor de los de antes, alto, con una barriga prominente, con su chaleco resplandeciente, su cadena de oro que le cruzaba el pecho de extremo a extremo, terno gris o de color serio en invierno, claro en verano, pelo, bigote y ligera barba  en color blanco, con fino sombrero de fieltro haciendo juego con el traje y calzado , más bastón puño de plata, con unos botines de buen cuero y siempre relucientes, taquitos un poco altos, atuendos propios de la clase mayor de las familias prominentes e importantes de esos tiempos ... los Domingos habían Misas casi todo el Día, la de los niños a las nueve de la mañana, , antes las de las 6 am.  y 7 am., luego 11 am. y 12 m., más tarde las de 6 pm.  y 7 pm. también conocidas como Misas de Adultos...a que viene el dato, a una pregunta... quien podía detener una Misa después de empezada en condiciones normales?...Bueno este caballero llegaba ya empezada la última Misa, el cielo pintaba claro oscuro, apenas atravesaba el gran portal se detenía carraspeaba con fuerza y tosía, ingresaba por la parte central camino directo hacía donde estaba el altar principal y el sacerdote celebrante, los fieles volteaban a mirarlo, se sacaba el sombrero, empezaba su caminata, como el templo tenía un eco espectacular, sonaba el bastón tic y sus pasos clap, clap, tic, clap, clap, tic., avanzaba unos cuatro metros, se paraba tosía y carraspeaba con fuerza, sacaba su pañuelo blanco, en una mano cogía bastón y sombrero, con la otra se pasaba el zorongo por la frente, avanzaba otro tramo, clap, clap, tic, todos dirigían su mirada al pasillo central, otro avance, poco más allá tic, clap, clap, resoplido con golpe de garganta y pecho, distraía a toda la gente que observaban y apreciaban su porte, la manera elegante de vestir, el aspecto extranjero, sus blancos poblados bigotes, que en el camino también se los acomodaba, les daba una curva al final, se frotaba la perilla de una ligera barba, luego el tic, clap, clap, que destacaba más aún con la resonancia del recinto, hasta que por fin llegaba a sentarse en los asientos de la primera fila...el clérigo ante la presencia de este personaje, fiel practicante y buen colaborador con la Iglesia,  detenía la ceremonia, hasta que tomaba asiento...sin duda para nadie pasaba inadvertido...los monaguillos de turno entrecruzando miradas se interrogaban...quién será?...hasta detiene la ceremonia, hacía evidente cierta posición o condición social, mirada fija y elevada hacia el frente, pecho en alto, papada levantada, parecía más que orgulloso, de esos ricachones añejos que casi no se dejaban ver en público...terminada la ceremonia...los monaguillos se iban a cambiar...se marchaban los asistentes, se apagaban las luces, el templo quedaba a oscuras, solo a luz de velas, este señor era el último en salir, con las puertas cerradas, el recinto tenía un eco más potente, clap, clap, tic...de retorno a casa en el camino los acólitos se preguntaban, tendrá mansiones?...tendrá grandes terrenos de cultivo?...tendrá ganado, minas, fábricas, negocios, hoteles?, etc.?...pasados unos segundos no importaba, los niños siempre van a lo suyo, a sus pensamientos, ideas, juegos, estudios, futbol, a reírse y disfrutar de todo lo bueno que podía brindarles la vida de ese entonces, no se interesaban en averiguar quien era exactamente en realidad esta persona destacable...de donde llegaba?...no les interesaba la marca del coche, cuanto ganaba su chofer, quien era su familia, si tenía hijos, nietos...solo que los Domingos en la Misa de las 7 pm. a quien le tocara ese turno, una vez iniciada la Ceremonia se tendría que esperar un tiempo para que llegara una persona sola, adulta y muy elegante, ingresara por el pasillo central e interrumpiera con su característico, clap, clap, tic, cof, cof, ajum, ajum, resoplos, carraspeos, espasmos, ruidos, sonidos y tomara asiento en la primera fila, para que luego el prelado pudiera continuar con la Importante Celebración...en general a nadie nunca se le ocurrió calcular cuantos minutos y segundos se demoraba en llegar hasta su asiento acostumbrado...no sería tiempo perdido?...total se volvió rutina, era ya habitual que esa Misa durara más, por la cadencia y el  paso a paso marcado con la característica caminada de un señor elegante más sus originales ruidos al ingresar...mientras un monaguillo susurrando le decía al colega más cercano...fina estampa caballero, caballero de fina estampa, la la la la láaa...y el cura añadía...como les decía hermanos míos tenemos que destacar la importancia de la paciencia...la santa paciencia, mirando al cielo, perdón al techo abovedado del templo y suspiraba profundamente a la vez que blanqueba sus ojos azules venidos desde la bella Italia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario