Después de aquel día
siempre llegaba tarde
pero el sol estaba allí
esperando a ocultarse
Miraba el viejo reloj
recuerdo de su padre
se le nublaba la vista
se perdía todo detalle
No deseaba retornar
y siempre regresaba
una fuerza extraña
hasta allí lo llevaba
Desde el malecón
silencioso miraba
como caía el astro
y la noche llegaba
Cierto todo terminó
no hay nada eterno
es la ley de la vida
uno...se va primero
El punto de cita
siempre el mismo
frente a la casona
de la colonial reja
Tenía que hacerlo
por si se decidiera
y volvería algún día
allí se encontrarían
Sus ojos casi cegados
con el bastón en mano
no recordaba para que
pero seguía esperando
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