Soñé un claro camino
cercando a sus lados
unas preciosas flores
bello jardín de colores
Llevaba un objetivo
recoger allí la mejor
avanzaba lentamente
percibía su fragancia
Caminando vi al suelo
una persona en caída
una flor en cada mano
una espina sangrando
Con los dedos rígidos
cierto ya no se movía
dos quisieron animarla
dijeron ya no se podía
Me quedé meditando
le fue corta la tarde
o le ganó el tiempo
para decir te quiero
Se hizo negro el día
no se distinguía nada
temí tocar una espina
la misma fría asesina
Me senté preguntando
cuanto duraba la vida
cuanto debía esperar
expresar el verbo amar
Pensaba al momento
que mañana lo haría
con la duda de volver
a este sueño perdido
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