domingo, 11 de enero de 2015

Observatore Liturgicore..E

- "Dejad que los niños vengan a Mi"
Estaba en un Templo de Oración donde se celebraba el Acto Litúrgico correspondiente y había una pareja de esposos con dos niños que entre edades medias tendrían entre uno y tres años, llegaron con un coche de bebé acondicionado para los dos, al mayor lo toma el padre y se sienta con él, con el menor hace lo mismo la madre y lo tiene en brazos, pasados unos minutos el mayorcito quiere que lo tenga en sus piernas la madre, entonces le cede el otro para que lo cargue el padre, el pequeño inquieto miraba para todo lado, se movía, alzaba los brazos, agitaba las piernas, quería regresar con la madre a reclamar su sitio y el tipo batallando con el para que se tranquilice, como todo niño muy activo, señal que estaba bien, le pregunta a la madre: ¿Qué hago, lo llevo afuera?...No, le dice entretenlo pero que no haga bulla, esfuerzos para controlar sus movimientos y al padre se le ocurre una genial idea, del bolso sacar un carro o coche de juguete, se lo da, el niño quiere bajar al piso para jugar, lo hace, empieza a hacer bulla, haciendo rodar el coche...A los pocos minutos el otro se da cuenta que era su coche y pide a su madre que lo suelte, va directo a quitarle el coche al más pequeño, más ruido, surge de nuevo la brillante inteligencia del padre y recurre de nuevo al bolso y saca otro coche más pequeño, pero la solución le salió al revés, doble bulla en medio del silencio y respeto que inspira la ceremonia...nuevamente la pregunta...¿Qué hago?..la madre toma en brazos al pequeño y este se tranquiliza...el papá trata de controlar al más grande para que deje de hacer ruido con los dos coches, el niño es niño y en voz baja papá repetía silencio, quieto, tranquilo que te están mirando, mira que las personas se van a molestar, mira que Diosito...Mira a la madre... ¿Qué hacemos?...la madre coge el coche, acomoda al bebé en cámara lenta, muy despacio sienta al menor de los dos, el otro intuye y pregunta ¿Ya nos vamos?, le responde como para que nadie oiga, si...hace lo mismo con el que queda, lo acomoda en el cochecito; estábamos en la parte de atrás...los lleva hasta adelante muy lentamente, muy despacio, prestando atención a la ceremonia, luego los vuelve a traer,...el niño mayor pregunta...¿Porqué volvemos?...Es que nos olvidamos de papito...luego en silencio y ya los padres con éllos muy despacio los llevan hasta el final y manteniendo la serenidad, la calma y el silencio, se dan la vuelta para con paso lento y de procesión llevarlos otra vez hacia adelante...otra pregunta...¿A donde regresamos?...Es que tu papito quiere ver un cuadro muy bonito, muy hermoso que está adelante...Así, llego la hora de Compartir el Pan Bendito...Retornaron al final, ingresaron por el centro, los padres serenos, los niños en el coche tranquilos en silencio observando a todo y observándonos a  todos, tenían el tiempo suficiente por la lentitud en que se avanza por lo ceremonioso del acto, amén del rostro de pasividad y estructura de santidad que asume el cuerpo y el paso que se marca para que no se escuchen los tacos...Volvieron al sitio...como la temporada de invierno lo recomienda, la madre les acomoda las chaquetas, les sube la cremallera, les pone las capuchas y el niño más grande confirma...¡Ahora si que nos vamos!...Y se terminó la Ceremonia, Tranquilamente, Serenamente, Silenciosamente todos salimos del templo Pasiva y Pacificamente.
Esto me hace recordar otro caso, en otro lugar similar, ante la inquietud del niño el padre decide llevárselo fuera, el sacerdote celebrante, se da cuenta y le dice..eh!...¿Donde vas?...No puedes cumplir con tu función de padre, a mi no me molesta...has lo posible por controlarlo...además no te das cuenta que me puedes estar quitando un buen feligrés para el futuro,...risas de los asistentes...Para que te des cuenta les preguntaré a todos..¿A ustedes les molesta?...Todos no...La ceremonia llegó al final con normalidad...vamos con poco de ruido...pero con un padre tratando de demostrar que verdaderamente era un buen padre, con gran capacidad para asumir el control de una pequeña, activa y complicada situación familiar.            

1 comentario:

  1. Un niño por naturaleza y más cuando esta sano: es inquieto...un padre: por fe, educación y cultura: tiene que estar quieto

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